Actualizado el 09/10/2023
Causas por las cuáles comemos con ansiedad
Comer es uno de los placeres de la vida. Nuestra lengua gusta de saborear nuevos sabores y combinaciones y muchas veces caemos en el pecado de la gula al intentar comer de todo un poco sin hacerle caso a nuestro estómago cada vez más grande.
Mucho antes, comer era solo parte de la sobrevivencia del día a día, el medio de ganar energías para seguir cazando y corriendo de las amenazas, pero ahora, comer es más que una necesidad, es un placer(con excepción claro en los países pobres) y como placer, muchas veces abusamos de él. Comemos hasta casi literalmente reventar y ya no nos satisfacemos con solo dejar de sentir hambre, ahora necesitamos sentir el estómago hinchado para parar de meter cosas a la boca.
Detrás de tanta ingesta de comida, sobre todo las grasosas o dulces que son las peores para el cuerpo, enfermedades como la obesidad y las que derivan de ella se están apoderando del mundo y escondiendo detrás de la necesidad de comer motivos más oscuros y menos naturales que la obtención de la energía.
Las personas ya no solo comen para vivir sino por aburrimiento, depresión, enojo, miedo, etc. La comida sirve de consuelo, para calmar los nervios y para obtener la tranquilidad que no conseguimos en nuestro interior o exterior.
A continuación algunos motivos por los que comemos demasiado:
La comida en exceso o los atracones sirven para calmar un poco las preocupaciones que no podemos controlar, el estrés, la frustración o rabia. Pero luego de ingerir tanta comida llega la sensación de culpa porque en el fondo, sabemos que eso no está bien y que solo nos llevará a subir tallas y a sentirnos peores con nosotros mismos.
Antes de enfrentarnos a la realidad, a todos esas emociones oscuras que nos agobian, preferimos abrir la refrigeradora o acercarnos a la tienda más cercana en busca de consuelo, en busca de algo que nos endulce la vida así como la boca.
Antes de comer, es necesario que nos preguntemos si deseamos comer porque tenemos hambre o porque estamos aburridos, con alguna preocupación o emoción negativa. Si esa urgencia que sentimos por comprar algo o revisar la nevera no se debe a alguna ansiedad.
Si se desea evitar que este mal hábito de comer por comer se convierta en un círculo vicioso que acarree mayores problemas, es necesario tener autocontrol. Antes de comer, es de gran importancia investigar qué es lo que nos está impulsando a comer. Si es una preocupación, hay que estudiarla, sin criticar ni evitar sentirla, simplemente intentando comprenderla para encontrar su origen.
Si se empieza a entender lo que se siente en vez de correr a la cocina a comer, se logrará dejar de lado este hábito y tener una vida más saludable.
Normalmente lo que causa la ingesta de abundantes alimentos es la ansiedad, la que encierra todas las preocupaciones. Lo mejor es centrarse en el presente en vez de preocuparse por lo que pasará o por lo que los demás pensarán. Es necesario dejar de darle tanta importancia a lo exterior y concentrarse en uno mismo, en comprenderse, en cuidarse y en quererse. Al hacer esto, se evita todos los malos hábitos como el comer en demasía y sin control.
Imagenes cortesia de «stockimages»/ FreeDigitalPhotos.net
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