Actualizado el 07/10/2023
Conoce sobre los beneficios de los baños turcos y el sauna
El baño turco y el baño sauna, son dos prácticas de relajación que se vienen usando desde hace muchísimo tiempo en la historia de la humanidad.
De hecho el nombre de Hamman o de baño turco, proviene precisamente de Turquía y el imperio otomano, continuación de los baños romanos de principios de la era cristiana.
Históricamente han sido lugares de reunión social y de rituales de higiene pero hoy en día se sabe que tiene grandes beneficios para la salud como los que te contamos a continuación.
El baño turco o baño de vapor se diferencia del sauna porque el turco obtiene gran temperatura gracias al calor del agua proveniente de una caldera que lo pone en su punto de ebullición, el sauna por el contrario, la fuente de calor proviene de una fuente seca, por ejemplo piedras volcánicas.
Beneficios del baño turco
• Al tratarse de temperaturas altas, este ayude a abrir los poros por el sudor y la transpiración y ayuda a una mejoría sustancial del metabolismo. Es muy efectivo entonces para curar resfriados leves o alergias asociadas a los senos frontales, ya que el vapor del agua humedece las vías aéreas por las que circula el aire.
• El sistema cardio – respiratorio también experimenta unos claros beneficios, ya que hay mayor oxigenación y el sistemas pulmonar se ve obligado a ventilar más, por lo tanto, ese ejercicio de respiración, relaja los músculos y órganos internos, produciendo una sensación de placidez única.
• En el caso de las mujeres también ayuda a una mejor higienización de su parte genital, sobre todo en los tiempos que está con su período menstrual.
• El calor también acelera y estimula el sistema nervioso central y el sistema hormonal, permitiendo una mejor respuesta a estímulos externos, la concentración, la memoria y las defensas.
• Es muy útil para aquellos adolescentes con problemas de acné ya que ayude a limpiar la piel de impurezas, que finalmente producen granos y espinillas.
Beneficios del sauna:
• Al igual que el turco, también permite una limpieza profunda de la piel gracias a la transpiración, aquí es más excesivo puesto que la humedad alcanza el 15% por lo tanto, el calor es un poco más extenuante.
• Por este motivo, las personas que frecuentan el baño finlandés o de sauna, tienen mayor relajación de los músculos y las articulaciones al someterse a un calor extremo. Esto es muy útil por ejemplo para aquellos que han realizado actividad física recurrente y necesitan relajar sus músculos o para el alivio de dolores musculares.
• Las vías respiratoritas también se sienten despejadas debido al leve sensación de ahogamiento que produce el calor, ocasionando una respuesta del sistema respiratorio para poder asimilar el oxígeno.
También es bueno tener presente que al practicar cualquiera de los dos baños, no se debe permanecer por espacios superiores a los diez o quince minutos, pues esto ya empieza a afectar los sistemas internos y puede causar molestias. Es bueno practicar duchas recurrentes en las salidas. Son muchos los beneficios que obtienes con la práctica regular de estos dos baños, tu piel, tus órganos y tejidos se sentirán muy agradecidos con estas buenas terapias.
Imagenes cortesia de «khunaspix»/ FreeDigitalPhotos.net
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