Actualizado el 05/10/2023
Nuestras decisiones hacen que la vida parezca fácil o difícil
Todos tenemos vidas diferentes y pasamos por experiencias completamente diferentes. Y aunque pasemos por experiencias similares, reaccionaremos muy distintamente. Algunos reaccionarán relajadamente y otros serán más sensibles al estímulo y tendrán más problemas para digerir lo que pase.
La vida no es difícil ni fácil. Somos nosotros los que catalogamos una experiencia como buena o mala y según esto, decimos que la vida que tenemos es difícil. Es cierto que existen situaciones de las cuales es difícil sacar un lado bueno pero la mayoría de experiencias de nuestro día a día, son experiencias fáciles de manejar pero en las cuales nos ahogamos con facilidad.
Es nuestra decisión cómo reaccionar ante determinados estímulos. Si por ejemplo te despiden del trabajo, es tu decisión maldecir, amargarte la vida, decir que fue injusto y echarte a rumiar o tomar eso como una oportunidad de cambiar, de probar nuevos caminos, de empezar a buscar trabajo y sentirte optimista acerca del futuro.
Si una persona toma la primera opción, dirá que la vida es cada día más difícil y que uno nunca encuentra descanso a sus problemas. Si otra persona toma la segunda opción, dirá que la vida tiene sus subidas y bajadas pero que es necesario ver el lado bueno de las cosas y seguir avanzando en vez de estancarse.
¿Ves la diferencia de los puntos de vista? ¿Te das cuenta de cómo una perspectiva diferente hace que la vida sea prometedora o difícil? La vida no es tan difícil como parece si no como queremos o elegimos que sea. Puedes ver el vaso medio vacío o medio lleno.
Si vas a un restaurante en el que existen mesas disponibles, ¿escogerías la mesa cerca a los servicios higiénicos o cerca a la ventana con vista al mar? Imaginamos que elegirías la segunda opción ¿verdad? Haz lo mismo cuando te encuentres ante una situación inesperada. Elige ver la inmensidad de opciones que tienes ante ti, la inmensidad del mar. No elijas hundirte en un ambiente pesimista y desagradable como los olores de los servicios higiénicos. No elijas que la vida sea difícil, hazla fácil.
Lo que recibes día a día no son problemas, son estímulos. Tú decides cómo reaccionar. Si alguien nos insulta, automáticamente, como robots, decidimos insultar para defendernos. Es la manera en la que hemos sido enseñados. No es mi culpa ni tu culpa, es simplemente la manera en la reacciones sin pensar. Pero podemos elegir.
Lo bueno es que no somos robots en realidad y que podemos elegir. Puedes elegir no responder a un insulto, voltearte y alejarte, evitar los enfrentamientos que la mayoría de veces no traen nada bueno y solo empeoran las cosas. Puedes elegir alejarte de las personas que quieren hacerte perder el control.
Puedes elegir no tomar las cosas tan personalmente y ver en cada “problema”. una oportunidad, puedes decidir amar y prestarle atención a lo que es realmente importante y dejar de lado lo urgente.
Puedes elegir hacer de tu vida, una vida larga y feliz, libre de presiones y de mentiras. Como ves, la vida no es difícil o fácil, es lo que tú decides que sea. Decide bien.
Imagenes cortesia de «Stuart Miles»/ FreeDigitalPhotos.net
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