Actualizado el 07/10/2023
La delgada línea entre la autocrítica y el masoquismo
Nadie es perfecto y no siempre hacemos las cosas como las queremos hacer o como nos las piden. Nos podemos equivocar y hasta meter la pata en grande pero es parte del día a día y de nuestro aprendizaje. Esos errores nos sirven para ser mejores cada día, aunque no nos libran de volverlos a cometer, tal vez por nerviosismo o porque simplemente no es nuestro día.
Por ningún motivo debemos torturarnos o ser nuestros propios verdugos si nos equivocamos una o dos o tres veces. Porque en vez de ayudarnos a mejorar, nos estamos perjudicando y haciéndonos sentir peor en vez de alentarnos a seguir adelante. Aquí te mostraremos algunas señales que debes de tener en cuenta para saber si estás siendo tolerante contigo mismo o si estás enviándote a la guillotina por algunos errores.
. Ante cualquier equivocación, te sientes lo peor de lo peor. Te sientes tonto y sientes que los demás son mejores que tú. Que nunca vas a aprender ni a ser mejor. Si piensas de esta manera déjanos decirte que tu masoquismo te está hundiendo de a pocos. Como te mencionábamos líneas arriba, cualquiera puede equivocarse y si te equivocaste cinco veces debes ser paciente contigo mismo porque mientras te tortures, más te equivocarás. Cuando entiendas que debes tener toda la paciencia del mundo contigo mismo, sin humillarte y sin sentirte humillado por lo que los demás te dicen, cuando entiendas que ningún error es tan grave como parece, porque fue eso, un error sin intención, podrás disculparte, relajarte e intentarlo mucho más seguro de ti mismo la próxima vez.
. Deseas que todo sea perfecto y si no es así te sientes deprimido. Está bien querer que las cosas salgan bien pero no puedes controlar todo en esta vida. Las circunstancias escapan de nuestras manos y no se puede evitar que algo salga mal o que no salga como se quiere. Si eso pasa, no debes de maldecir a todos ni maldecirte a ti. En vez de sentirte inútil, es mejor seguir adelante y hacer todo lo posible para que la próxima vez las cosas vayan mejor.
. Así como te tratas a ti, tratas a los demás. Si eres demasiado dura con los demás, si no aguantas ni un error y quieres que todo salga perfecto, si descargas tu ira sobre el que crees es el culpable de que las cosas no hayan salido como querías, entonces puede decir que así te tratas también. Cuando eres tolerante con tus errores, eres tolerante con los errores de los demás.
No te hace nada bien criticarte hasta hacerte sentir lo más bajo. Una equivocación la comete cualquiera y no importa lo que los demás puedan decirte, lo único que importa es que no sientas pena, o rabia por ti mismo, solo tienes que aceptar tu error. No hagas dramas ni te sientas víctima, solo sigue adelante esperando hacer lo mejor y dar lo mejor de ti mismo siempre.
Imagenes cortesia de «Stuart Miles»/ FreeDigitalPhotos.net
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