Actualizado el 09/10/2023
Consejos para que mi hijo coma
Probablemente ya has probado con todo: el avioncito, el helicóptero y hasta el tren bala pero tu hijo insiste en su negativa y se resiste a comer. Tranquila, al primer año de vida es normal que los niños pasen por este proceso pues van dejando la leche materna por alimento sólido, pero cuando hablamos de niños mayores el panorama puede ser muy distinto. Lo primero que tienes que tener claro es si hay algún problema de salud física o mental con tu pequeño o si se trata de un mal hábito alimenticio; y quien mejor que el pediatra para despejar tus dudas. Si resulta estar sano, no lo malcríes.
Es normal que entre los 12 y 18 meses los niños tengan problemas al momento de comer sus papillas. Probablemente lo que antes les parecía una delicia ahora ni lo quieran probar. En estos casos es mejor no obligarlos y buscar alternativas para que lo coman de igual forma. Recuerda que también la presentación es importante y al estar todo en puré es más fácil camuflar los alimentos.
Si tu niño ya pasa los 3 años, la tarea se complica. Las amenazas, gritos, castigos físicos, atemorizarlos o ofrecerles premios no son las mejores formas de alimentarlo porque asociarán el castigo con la comida y no disfrutarán de ella.
Algunas ideas para lograr que mi hijo coma:
. Establece horario y lugar: Fija un horario en el que el niño pueda compartir el desayuno, almuerzo o cena con la familia y procura que siempre sea en la mesa. Ten un lugar especial para él y ayúdalo a comer sólo cuando sea necesario. Fomenten la comunicación y eviten comer frente al televisor o cualquier otro distractor.
. Ten paciencia: Los niños pequeños adoran descubrir que se llevan a la boca, las texturas, los sabores y olores. Probablemente se ensucien mucho en el proceso pero así empiezan a reconocer el mundo que los rodea.
. No lo presiones: Hay niños a los que les toma más tiempo comer que a otros. La digestión no es igual en todos los seres humanos. Incluso hay algunos niños que “pican”. la comida, se distraen un rato y vuelven a comer. Procura que adopte el hábito de comer sin pausas pero no lo fuerces a terminar si en el momento no le apetece o se siente lleno.
. Lo justo y necesario: No le des más comida de la que puede comer. Muchos padres creen que nutrir a sus hijos es sinónimo de sobrealimentarlos. Consulta con un especialista para saber cuál es la ración adecuada para tu niño.
. Sorpréndelo: Debes ser creativa al momento de presentarle los platos. Las formas y los colores llaman mucho su atención. Si la comida se convierte en un momento divertido para tu hijo es muy probable que cambie su actitud.
. Invítalo: A los niños más grandes los puedes invitar a que te acompañen a cocinar. Incluso pueden preparar juntos el almuerzo. Si lo insertas en el juego y le cuesta su propio esfuerzo habrán mas posibilidades de que coma con agrado.
. Da el ejemplo: No puedes exigirle a tu hijo que tome leche si no te ve hacerlo. Los niños aprenden con el ejemplo así que no lo obligues a hacer algo que tú no estas dispuesta a hacer. Su alimentación debe ser rica y variada.
No permitas que sea un niño melindroso, tú sabes cual es la mejor forma de nutrirlo. Recuerda que los niños necesitan algo de tiempo antes de aceptar un nuevo alimento así que no te desanimes al primer rechazo. Todo se puede con mucha paciencia y amor.
Image courtesy of «stockimages»/ FreeDigitalPhotos.net
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