Actualizado el 05/10/2023
Actitud de algunas personas cuando van de compras
Sabemos que hoy en día la economía no está en su cúspide más alta, que tenemos más egresos que ingresos, que saturamos las tarjetas de crédito y cruzamos los dedos porque suceda un milagro y podamos llegar a fin de mes. Todo lo anterior genera estrés. Necesitamos olvidarnos por un momento de las preocupaciones diarias encontrando distintas formas de distraernos, no hay nada de malo en distraerse…
¿Pero qué pasa cuando vas caminando por ahí y ves los zapatos de tu vida haciéndote ojitos desde el escaparate?. ¡Están con un 50% de descuento y 10% más si cuentas con la tarjeta!. Empiezas a pensar en los pros y contras, tu cerebro realiza algunos cálculos, te auto convences diciendo: la vida es muy corta para no comprarme esos zapatos, merezco comprármelos… y así hasta que finalmente decides comprártelos.
Entras a la tienda, no puedes esperar para probártelos y te abalanzas hacia ellos. De pronto te das cuenta que necesitas ropa para que les haga juego o simplemente te tropiezas con más ofertas (¡imbatibles que no volverán en tu vida!). Llevas los zapatos pero de pronto empiezas a perder la noción del tiempo. Empiezas a pasearte por todas las áreas llevando la bolsa de zapatos nuevos, sin que te des cuenta ya no vas sola por la tienda. Sientes que alguien te observa pero no logras ver a nadie (piensas que estás paranoica). Sigues mirando más ropa y de pronto sientes la respiración de otra persona muy cerca de ti, escuchas una voz: “¿Desea llevarlo?, ¿por qué no se lo prueba?, ¿va a llevarlo?”. Ves ese rostro sonriéndote con la típica risa de cartón mientras te mira de una forma convincente.
Lo primero que pasa por tu mente es: “¿Pero en qué momento ha pasado?”. Piensas que ya gastaste lo suficiente en ese par de zapatos y que si compras algo más perderías tu punto de equilibrio. Al mismo tiempo piensas: “¿y ahora qué le digo? ¿pero por qué me mira así?”. Y respondes con la típica respuesta: “Estoy mirando, señorita”. No hay nada peor (al menos si de verdad quieres comprar pero no puedes) que tener que contestar eso.
La realidad es que no todo el mundo que va a los centros comerciales termina comprando un montón de cosas. No todas las personas salen con sus bolsitas (menos en enero). Hay un montón de gente que va a las tiendas solo a mirar, lo cual no está mal. Incluso existe una expresión en inglés para eso: “windowshopping”. Si alguien se tomó la molestia de crear una expresión, es porque existe gente que lo hace y si estás con un presupuesto ajustado que te alcanza solo para un par de zapatos pues ni modo.
Si eres de las personas que se avergüenza por ir a un centro comercial a comprar solo una pashmina deberías pensarlo dos veces. Hay personas que pueden pasarse horas de horas en un centro comercial sin comprar absolutamente nada. Exacto NADA, y están de lo más cómodos. Algunos dicen frases como: En la tienda tal está más barato, me lo compraría pero el abrigo que compré en (y nombran el país al que supuestamente han ido) está más bonito.
Para empezar cualquier cosa está más barata en tu país que en otro lugar (a menos que vivas en Francia y te vayas de vacaciones a Bolivia donde sabes que por el tipo de cambio de moneda todo te saldrá más barato). Así es que no te sientas mal y practica el windowshopping cada vez que puedas.
Image courtesy of «sattva»/ FreeDigitalPhotos.net
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