Actualizado el 19/09/2023
Le tengo miedo al futuro
No es raro que en estos tiempo de incertidumbre, de crisis económicas, de violencia, etc. las personas tengan miedo al futuro. Muchas veces este miedo, esta incertidumbre, te hace vivir siempre preocupado, siempre pensando en el mañana, en todo lo que hay por hacer, en todo lo que hay que pagar, en todo lo que hay que alcanzar, etc.
Nuestras vidas se viven apresuradamente, siempre intentando llegar a un lugar lejos de nuestro presente. Y dejamos de vivir el día a día. De ver las cosas lindas de la vida, de disfrutar de nuestros hijos y padres, de los placeres sencillos como leer, tomar una siesta, escuchar música y relajarse. Nos sentimos culpables de darnos un gusto, un tiempo para nosotros porque sentimos que lo perdemos, que nos quedamos sin él y hay tanto por hacer.
El futuro no existe. Piénsalo bien. El futuro nunca llega. Tú no vives en el futuro. Tú vives en el aquí y en el ahora, solo que no te das cuenta. Estás tan preocupado por el mañana que no te fijas que el día de hoy, que las horas de hoy se estás yendo y que las estás viviendo como un robot, automáticamente.
No te preocupes por algo que no existe. Vive este minuto, este instante que no volverá. Mira a tu alrededor. Despierta.
Mira a tu madre, a tus hijos, a tu mascota, tu casa, el paisaje, tus plantas. Míralas y obsérvalas. Jamás volverás a verlas de ese modo. Jamás volverás a ver a tu madre sonreír de esa forma. Jamás volverás a escuchar a tu hijo decir “papá”. con ese mismo tono de voz. No sigas soñando con un futuro que no llega. Vive tu realidad, tu presente.
Lee ese libro que se está empolvando en tu repisa o en tu mesa de noche. Mañana puede ser que no vuelvas a casa. Y no es pesimismo, es realidad. Es entender que no tienes la vida comprada y que no morirás a los 100 años. Es darte cuenta de que no sabes cuándo te vas a ir, cuando terminará tu viaje y que cuando termine te darás cuenta de que no hiciste lo que quisiste porque siempre lo pospusiste.
Deja de pensar en el futuro y vive. ¿hace cuánto pospones ese viaje familiar? ¿hace cuánto pospones esas vacaciones? ¿cuántas veces dejaste de salir con tus amigos, de hacer algo que realmente te gustaba por algo que no te gustaba? Claro, hay responsabilidades, pero no debes dejar que te absorban y que te consuman.
¿A qué le tienes miedo? Tenle miedo a vivir una vida que no quieres, con obligaciones autoimpuestas, con responsabilidades que te hacen infeliz, perdiendo el contacto con la realidad, con tu familia, con tus amigos, con la gente importante en tu vida. No vivas como un robot. No vivas para trabajar, trabaja para vivir. Sal de tu prisión. Tú naciste para ser libre.
Una vez que aprendas a vivir tu ahora, que es lo único que existe, dejarás de tener miedo al futuro. Porque entenderás que nunca llega, que es mejor vivir y aceptar lo que te da la vida y que con buen ánimo y positivismo, se puede enfrentar cualquier problema. Muchas veces los problemas son oportunidades de cambio, son milagros que te hacen cambiar de rumbo y encontrar tu camino. Recuérdalo.
En resumen, disfruta del banquete y no te preocupes si es que después te da una indigestión o no. Nadie te quitará lo saboreado.
Image courtesy of «David Castillo Dominici» / FreeDigitalPhotos.net
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